
Encuesta NC Report de intención de voto de elecciones generales tres meses después del 20-N.
Si algo puede empeorar, acabará empeorando. La encuesta de NC Report para LA RAZÓN nos muestra cómo el PSOE obtiene el peor resultado desde la transición política, recibe el 25,6% del voto válido a candidatura; 3,6 puntos menos que el 20-N. En estos tres meses los socialistas han perdido 1,3 millones de votantes netos, han pasado de 7,0 millones a sólo 5,7 millones. Su representación parlamentaria se reduce a 104/108, lo que significa que con respecto al 20-N aún pierde entre 2 y 6 diputados. La fidelización de su electorado noventa días después de las elecciones es del 81,0%, desprendiéndose del 19% de sus votantes del 20-N. El descenso con respecto a las elecciones generales de 2011 se debe fundamentalmente al abandono de 660.000 votantes socialistas que optarían ahora por la abstención, a los que se suman 338.000 que se pasan a IU, 228.000 que se marchan al PP y 118.000 que se unen a la UPyD.


El PP muestra una gran estabilidad con respecto al resultado de las elecciones generales de 2011 por lo que se refiere a representación parlamentaria y porcentaje de voto, puesto que prácticamente repitiría estos datos; ahora obtendría entre 186/187 diputados, frente a los 186 del 20-N, y en cuanto al porcentaje de voto a candidatura pasaría del 45,25% al 45,60%. Con ello, los populares logran incrementar la ventaja sobre los socialistas a 20 puntos. También es el partido más votado por los españoles en todos los segmentos de edad. Así como entre los nuevos electores.
- El PSOE cae cuatro puntos en Andalucía.
A punto de cumplirse un trimestre de las elecciones generales la encuesta de NC Report para LA RAZÓN basada en 4.800 entrevistas realizadas en todo el territorio nacional nos muestra, fundamentalmente, retrocesos del PSOE y mantenimiento del PP.
Las fuerzas que se benefician de la caída del PSOE son IU, UPyD y COMPROMÍS.
En Cataluña, el PSC se desprende de un diputado que incrementaría la representación de Iniciativa per Cataluña (Izquierda Unida) y CiU podría perder su diputado número 16 que pasaría al PP. En Canarias la bajada del PSOE se cuantifica entre 2 y 3 puntos.
Esta situación posibilitaría la pérdida de uno de sus escaños que pasaría a Coalición Canaria que vería incrementar su electorado entre 1 y 2 puntos. En Andalucía los socialistas retroceden entre 3 y 4 puntos con respecto al 20-N, por lo que pasarían de 25 a 24 diputados, siendo UPyD la beneficiada consiguiendo su primer diputado en el Congreso por Andalucía.
En la Comunidad de Madrid, el PSOE baja entre 2 y 3 puntos lo que le haría perder muy probablemente a uno de sus escaños que pasaría a IU, con lo que la formación de Cayo Lara empataría con UPyD en Madrid con 4 escaños.
En la Comunidad Valenciana los socialistas bajan en el mismo porcentaje que en la Comunidad de Madrid y ven peligrar dos escaños, uno podría pasar a UPyD y otro a la formación nacionalista COMPROMÍS.
En el resto de las comunidades autónomas no se registran cambios en la distribución de parlamentarios con relación al 20-N. Los mayores retrocesos regionales del PSOE se registran en Aragón y La Rioja, con descensos del orden del 3% al 4%. Les siguen Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Ceuta, Extremadura, Galicia y Melilla. En donde el descenso de los socialistas está comprendido entre el 2% y el 3%.
En la Región de Murcia y en Baleares el retroceso es del 1% al 2%. Donde prácticamente no se mueve es en Navarra y País Vasco, con porcentajes del 0% al 1% de bajada.
El Principado de Asturias en una excepción en el retroceso nacional del PSOE, los últimos acontecimientos políticos en la región permiten al Partido Socialista mejorar en un punto su resultado del 20-N, también avanza el PP en el mismo porcentaje, mientras se registra un descenso de entre 2 y 3 puntos de Foro de Ciudadanos en su expectativa de voto al Congreso de los Diputados.
En resumen, son movimientos de poca envergadura, que a fecha de hoy no modificarían la actual distribución de escaños en la circunscripción provincial asturiana.
Lorente Ferrer, La Razón