Hay razones para acusar de genocidio a los presidentes de Salinas a Peña Nieto, dice
Plantea refundar al Estado; los gobiernos neoliberales desmantelaron al país, denuncia Raúl Vera
Después de tres años de trabajo y de la recepción de 500 denuncias, el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) consideró que "hay razones" para acusar a los presidentes de México, desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, "de crímenes de lesa humanidad, genocidio, desvío de poder y desmantelamiento del Estado", afirmó el obispo de Saltillo, Raúl Vera, garante del capítulo México.
Entre octubre de 2011 y el pasado 15 de noviembre, en 10 audiencias temáticas, además de preaudiencias, efectuadas en varias partes del país, en las que participaron cientos de personas, se documentó la "violación sistemática de todos los derechos humanos existentes: civiles, políticos, sociales, culturales y ambientales", señalaron a su vez Daniel Feierstain, experto en estudios sobre genocidio, y Phillipe Texier, magistrado honorario en la Corte de Casación de Francia, quienes participaron como jueces en algunas de las audiencias.
En rueda de prensa mencionaron que se analizó la situación de los derechos humanos en México de 1982 hasta el presente y se ha constatado la comisión de crímenes de lesa humanidad "con mucho más fuerza" en los gobiernos de Felipe Calderón y Peña Nieto, por lo que en la sentencia final (que se puede consultar en http://www.tppmexico.org/sentencia-de-la-audiencia-final-del-capitulo-mexico-del-tpp/) se insta a la sociedad civil a solicitar la intervención de la Fiscalía de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que inicie una investigación sobre "decenas de masacres... la nula intervención del Poder Judicial, la impunidad generalizada", dado que 97.5 por ciento de los crímenes están impunes.
El TPP es una instancia internacional no gubernamental, independiente, que sucedió al Tribunal Russel y desde 1979, que empezó a sesionar, ha realizado numerosas sesiones sobre la situación de los derechos humanos en países como Colombia, Guatemala y Nicaragua, así como sobre derechos económicos, sociales y ambientales, por ejemplo, sobre lo ocurrido con la contaminación ocasionada por una empresa en Bopal, India.
En México hubo audiencias sobre el maíz, principalmente lo que hacen empresas como Monsanto, los feminicidios, la situación de los trabajadores y de la juventud. Se identificó a 87 trasnacionales como partícipes de las violaciones y a sus Estados de origen por acciones violatorias, principalmente Estados Unidos, Canadá y Alemania.
La sentencia final, que no tiene carácter punitivo, "pero sí puede influir a nivel mundial", es un documento de 96 páginas que se va a remitir a diversas instancias internacionales de derechos humanos, como el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, la Corte Europea, la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional (que sí tiene jurisdicción en México), entre otros.
Los declarantes manifestaron que debe refundarse el Estado mexicano elaborando una nueva constitución con la idea de que el pueblo participe en su redacción.
Vera señaló que identificaron que los gobiernos neoliberales, desde el libre comercio, han desmantelado el Estado mediante las modificaciones a las leyes referentes a todo lo que tiene que ver con el desarrollo de México, "acompañado de una criminalización de la economía y de una economía criminal", con lo que "se ha hecho legal todo lo que debía ser ilegal, eso es lo que llamamos el desvío del poder" para beneficio de intereses particulares.
Se le preguntó al prelado si, como señaló Peña Nieto el martes, las protestas por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa pueden desestabilizar su "proyecto de nación", Vera contestó que "lo que inestabiliza a México es la rebelión de las víctimas. ¡Señores, entiéndalo, es un ya basta, en lugar de decir párenle con sus protestas!", exclamó.
Agregó que cuando habla del "proyecto de nación", Peña le recuerda mucho a Salinas de Gortarti, señalando que "el señor está hablando de un proyecto de nación para los de la primera fila... ¿qué quieren, que nos muramos en silencio como los leprosos, que nos vayamos a las cavernas a fallecer para que no se oigan nuestros quejidos... quieren un México de fantasmas, de esclavos... esto ya es un discurso de dictadura, de un tirano", afirmó.
(Rosa Rojas, La Jornada)