- ¿Qué es el alma?- ¿De qué otras enfermedades padece nuestra alma?
- Conciencia, alma, ser, espíritu, ese ‘yo’ que no tiene nada que ver con el cuerpo, todo es lo mismo.
- ¿Nunca se le ha indigestado el alma?
- ¡Por supuesto! Cuando consumes demasiada información el alma no puede procesarlo todo, el resultado es la confusión y estar exhausto. Claramente es lo que están sufriendo las generaciones jóvenes: indigestión.
- Mucha información, poca reflexión.
- Tras consumir las imágenes más oscuras y violentas por pura diversión nos preguntamos por qué no adoptamos una actitud más entusiasta y positiva en la vida real.
- De la misma manera que el cuerpo tiene sus patologías y cuyo síntoma más claro es el dolor, el alma tiene las suyas que provocan sufrimiento y dolor emocional. El dolor físico se puede paliar pero es inevitable, sin embargo el sufrimiento es opcional.
- Deberíamos discutir eso.
- Somos plenamente responsables de nuestro sufrimiento, de los pensamientos y emociones que creamos y sentimos. Pero nos cuesta reconocer la ilimitada variedad y calidad de esos pensamientos y sentimientos que constantemente creamos en nuestras reacciones.
- El sufrimiento forma parte de la vida.
- Falso, pero hemos aprendido a creer que es natural. Comprende que puedes elegir no ser la víctima, puede cambiarlo casi todo, desde tus sentimientos cotidianos hasta la calidad de toda tu vida.
- ¿Cómo?
- Todo el sufrimiento del alma lo causa el apego a las creencias, esas que vamos asimilando, consciente e inconscientemente, desde la infancia.
- ¿Cuáles son las más dañinas?
- Tienen que ver con el sentido de la identidad: creer que soy lo que hago, que la felicidad viene de fuera o que tienes que obtener amor de otra persona… son algunas.
- ¿Toda emoción es síntoma de una enfermedad del alma?
- Sí, porque toda emoción es una forma de sufrimiento y surge del apego a las creencias.
- Aclaremos esto tan complejo del apego.
- Desapego no significa que nos dé igual todo y todos. Significa que no estás perdido en lo que te dice tu mente. Si te libras de las creencias dejarás de estar ocupado “con lo mío, conmigo, con mis emociones”, entonces serás libre y estarás disponible.
- Me decía que las emociones son lo peor. Entonces eso de emociones positivas y negativas, ¿es una memez?
- Dejémoslo en falsa creencia. Creemos que el amor, la alegría y la compasión son emociones positivas; y la ira, el miedo y el odio negativas. En realidad el amor, la alegría y la compasión no son una emoción sino un estado del ser.
- ¿Quiere decir que somos eso?
- Sí, es parte de la substancia de la conciencia, pero demasiadas personas creen que la felicidad va de fuera a dentro, cuando es un trabajo interior: va de dentro a fuera. Surge de la conciencia. Cada uno tiene el poder de crear su propio nivel de felicidad.
- El odio, la ira, ¿es una creencia?
- Sí. Creemos que son los demás los que nos hacen enfadar o nos provocan dolor emocional, pero en realidad cada uno de nosotros crea sus propias emociones, y la ira no es más que una emoción muy corriente.
- Vulgar, incluso.
- … Pero somos nosotros los que creamos la reacción, la respuesta airada. La gran mayoría tienen la creencia de que el amor se conquista, y buscan el amor en la vida.
- A tientas, sí.
- El amor es lo que somos cuando entregamos nuestro yo sin reservas.
- ¿Y eso no es emocional?
- Cuando eres emocional no puedes elegir tus sentimientos, puedes sentir tus emociones, pero no puedes sentir nada más hasta que la emoción se ha ido. Cuando eres pacífico, no eres emotivo, estás en paz. Fíjese que la emoción es la moneda del mundo.
- Cierto, pura mercancía.
- Las emociones son adictivas y nos agotan. La industria del entretenimiento lo sabe muy bien, y explota esa dependencia y se enriquece manipulando las emociones.
- El amor no será una emoción, pero nosotros somos emotivos.
- Cuando somos emotivos, estamos tan ocupados con nuestras propias emociones, tan ocupados con la “emoción que estoy sintiendo”, que no tenemos la disponibilidad necesaria para cuidar al otro.
- Entonces lo de la inteligencia emocional es un oxímoron.
- Claro, porque cuando eres emocional no eres inteligente, no puedes pensar con claridad ni tomar decisiones de calidad. Cuando eres emocional reaccionas, y lo que necesitas es responder, no reaccionar. Es la sabiduría lo que crea las decisiones inteligentes.
- ¿La sabiduría se forja?
- La sabiduría surge de un lugar profundo en la conciencia, y cuando eres emocional no puedes acceder a ese espacio profundo.
- Perfil.
Nací en Escocia, vivo en Inglaterra y no creo en las patrias. Trabajo con directivos de multinacionales en 40 países. Hay que trascender la política porque divide y crea conflicto. No creo en nada, estoy totalmente abierto. Las creencias cierran y eso no es espiritualidad.
- Ser nadie otra vez.
Su descreimiento no es una ‘boutade’, la profundidad de sus argumentos hace que se tambaleen todas tus creencias, pero no te deja desnuda y abrazada a una duda como canta Sabina, te invita a un cambio de perspectiva: ser nadie otra vez. Uno de los secretos del autocambio, advierte, es que para cambiar debes dejar de intentar cambiar. Se trata de ir al fondo de uno mismo, despellejarse, es decir: quitarse los pellejos, aligerarse. ‘El sistema inmunitario del alma’ (Gavisus) es una reflexión sobre cómo sanar el alma. Ofrece una publicación electrónica gratuita, ‘Clear Thinking’ (Relax7.com).
(Ima Sanchís, La Vanguardia)