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El PSOE andaluz mete presión a Sánchez pero sin dar alternativas

El PSOE andaluz empieza a aumentar la presión sobre Pedro Sánchez de cara a la investidura de Mariano Rajoy, aunque sin llegar a proponer una solución a la actual situación de bloqueo. El portavoz socialista en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, ha recordado esta mañana que "la responsabilidad de evitar unas terceras elecciones es de todos", incluido el PSOE, cabe deducir de sus palabras.

Entre vaguedades y evasivas, el diputado ha eludido apostar por una alternativa a la negativa de Pedro Sánchez a apoyar la investidura de Mariano Rajoy. "Habrá que esperar a que concluya este ciclo", ha respondido a las reiteradas preguntas de los periodistas sobre un hipotético cambio de postura del PSOE.

"Lo prudente es esperar a que termine este ciclo de investidura. Entonces, se verá cuál es el marco político en el que nos vamos a mover y, a partir de ahí, habrá que ver las decisiones que tome cada partido, que deben actuar con responsabilidad para evitar que se repitan las elecciones".
El PSOE andaluz mantiene su estrategia de no hacer una apuesta clara en relación a la posición que debe mantener el PSOE ante un más que probable segundo intento de Rajoy. Sin embargo, llama la atención que, lejos de intentar quitarle presión a la actual dirección socialista [la abstención del PSOE bastaría para evitar unos nuevos comicios], ha insistido en que la responsabilidad es de todos los partidos a la hora de evitar unas terceras elecciones, "que no son buenas para el país", "y que la inmensa mayoría de los ciudadanos no quieren".

Susana Díaz ha mantenido en las últimas semanas un "clamaroso" silencio con respecto a la posición de su partido, a diferencia de otros barones socialistas que sí han apostado abiertamente por una abstención que permita a Mariano Rajoy volver a gobernar ante la ausencia de una candidatura alternativa.

Mario Jiménez ha recordado esta mañana la situación parecida por lo que pasó Susana Díaz tras las elecciones de 2015, cuando tardó 80 días en ser investida presidenta dada la pérdida de la mayoría absoluta socialista. Entonces, fue Ciudadanos quien salió en auxilio de Díaz pero, hasta que ese acuerdo fue posible, la entonces candidata pidió reiteradamente al PP que la dejara gobernar si no era capaz de armar una alternativa. Sin embargo, Mario Jiménez ha negado que pueda establecerse un paralelismo con lo ocurrido entonces, pues considera que, mientras Susana Díaz no dejó "ni un solo día de negociar con todas las fuerzas políticas", a Mariano Rajoy "nadie le ha visto poner sobre la mesa una propuesta sincera de diálogo".

(Teresa López Pavón, El Mundo)