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Sociedad, democracia y Poder (Albert Libereco)

Una sociedad jerárquica no puede ser una sociedad democrática.

Lo que se entiende por "democracia" en una sociedad jerarquica, es lo relativo a las libertades que otorga la forma de organización social que gobierna la sociedad a través del Estado por comparación, es decir, no es lo mismo en su estado cuantitativo una dictadura que una democracia parlamentaria, sin embargo, en su estado cualitativo, ésta y aquella son idénticas por la sencilla causa que originalmente son jerárquicas (familia, escuela, Iglesia, Estado) y por lo tanto autoritarias. En este contexto en la comparación entre ambas reside el engaño.

Lo que se llama "democracia" en una sociedad jerárquica son los distintos grados de libertad (económica, política, religiosa, filosófica) que constituye el Estado y que tolera y acepta la sociedad (ya sea consciente o "inconscientemente") como forma de organización social. En este contexto la democracia parlamentaria es la dictadura que imponen las mayorías a través de la élite de poder porque someten (consciente o "inconscientemente") a las minorías que quieren organizarse socialmente de un modo diferente al que imponen las mayorías junto con la clase dirigente.
El ideal utópico del individuo de convivencia en una sociedad libre, refleja la impostura en la que (sobre)vive, por lo que acepta ser sometido para de esta manera poder someter también de alguna u otra forma a otro(s) individuo(s).

La obtención de poder en la sociedad de la dominación se efectúa a través de la adaptación al sistema. Es la sociedad-sistema quien premia a los individuos más obedientes y adaptados para que éstos también puedan dominar a los menos adaptados y aptos, en esta coyuntura se crea la meritocracia como forma de gobierno, es decir, el gobierno de los mejores para premiar a los mejores gobernados.

El Estado es la exaltación del Poder. Mientras haya voluntad de poder habrá Estado. La creación del Estado fue la culminación para el control total de la sociedad debido a la necesidad de someter la voluntad de poder que surgía en los diferenetes ámbitos de relación entre los individuos. La figura del dominador y el dominado dió luz verde a la creación del Estado para la gestión de las relaciones humanas.

La causa primera de la voluntad de poder no es en sí material como muchos nos quieren hacer ver, al contrario, la causa primera de la voluntad de poder es espiritual y atañe al mundo psicológico, con lo cual, el pensamiento es la causa primera de la voluntad de poder. Por lo tanto la esfera espiritual determina la esfera material y no al revés. La voluntad de poder debe ser cambiada por el amor, de ahí que el cambio de conciencia sea fundamental para la transformación radical del individuo y la sociedad

(In LSD Veritas)